domingo, 29 de marzo de 2009

Victor I II - Mujeres en apuros, putas peligrosas

Solicitar la ayuda de un caballero cuando la dama está en apuros es algo que tiene un acerbo histórco y novelesco. El héroe que rescata a la desvalida mujer es una figura archirepetida a lo largo de la Historia y estas jovencitas osadas e imprudentes no hicieron otra cosa que atender a su código genético. Cuando las cosas se complican toda su independencia, toda su autonomía del "yo misma conmigo y mis amigas", todos sus lemas y estandartes aprendidos en Sexo en N.Y o Allie Mcbeal ceden su turno al primitivo chillido en busca de auxilio.

La mujer moderna y autosuficiente, la que de llegar al poder crearía un mundo mejor, sin guerra, sin hambre y sin enfermedades, cambia de careta y recurre a sus viejas regalías. Lo quieren todo: ser astronautas y que el hombre pague la cena, dirigir una empresa y que las cedan el paso. Son clásicas y femeninas cuando resulta incómoda la igualdad (entonces reclaman un hombre de verdad, un "macho") pero dan un paso al frente cuando suena la bolsa de las monedas y los flashes dibujan un luminoso camino.

A los antiguos privilegios, que como ya he dicho no han renunciado en aras de su femineidad, suman el hiperbolico subsidio en el que viven desde sus primeros años. Cualquier mujer que no supere los 30 lleva oyendo música celestial a lo largo de su vida. Sus oidos rebosan de susurros deliciosos "eres especial, eres más inteligente, eres mas sensible, puedes hacerlo mejor que ellos.." y así interminablemente durante años y años con el soporte material de la mayor red de prebendas entregandas en la historia. Jamas ningun grupo social había vivido bajo unl paragüas protector tan gigantesco como el desplegado en honor de la "superwoman".

Nunca anteriormente el aparato estatal y la propia sociedad habia creado una red de apoyo tan ciclopea como la que favorece hoy en dia a la mujer: el Ministerio de la Mujer, el Instituto de la mujer, planes de empleo en favor de la mujer, cursos de formacion para mujeres, cupos para mujeres en determinadas profesiones, vagones de metro solo para mujeres; por no hablar de toda la industria del ocio que las coronado como las nueva Sisi: gimnasios femeninos, clubs femeninos, playas solo para mujers, spas femeninos, comida para mujeres...la repapolla.

Antiguamente se manejaban con su coño y su astucia natural. Sabian que tenían un tesoro entre las piernas y una inteligencia para la supervivencia. No eran creativas pero eran prácticas y cuando se juega en desventaja y el entorno es hóstil, esto es oro puro. Hoy en día caminan bajo palio y sobre una alfombra de falos cercenados. Los antiguos emperadores colocaban un esclavo a su lado mientras recibían los vitores de las multitudes tras las vicotorias para que les retuvieran en la tierra con una simple frase que les repetian con insistencia: "recuerda que eres mortal". ¿Quien le pone el cascabel al gato? ¿Quien las dice a las mujeres que la vida no es un cuento de hadas donde ellas son las princesas? ¿Hay alguna posibilidad de cuestionar el subvencionado universo femenino sin que la progresía rampante te marque con el oprobio del "cavernicola machista", del "hombre inseguro y asustado ante la nueva y segura de si misma mujer"?

2 comentarios:

  1. Echa un vistazo a esto, tal vez puedas escribir sobre ello:
    http://impreso.milenio.com/node/8553939

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  2. Aqui no escribe nadie en particular y sí todos en general. Para aparecer aquí, hay que tener razón sobre lo que se escribe.
    El aporte del link lo almaceno, pero basicamente, todo el mundo con dos dedos de frente ve y es consciente (aun inermes todos nosotros) del maltrato generalizado a nuestro genero. Gracias el putas.

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